Huevos rotos

Los huevos rotos, también conocidos en algunos lugares como huevos estrellados, son una receta típica de la gastronomía española cuyo origen es muy humilde. De hecho, nació de la casualidad. Según Lucio Blázquez, que alcanzó la categoría de maître con solo 17 años durante la década de 1940 y que fundó el mítico Casa Lucio en Madrid, fue obra de su abuela.

En concreto, el cocinero relató que su abuela preparaba los huevos rotos siempre que, mientras cocinaba, uno se le caía al suelo. Después, lo terminaba de romper y lo vertía encima de las patatas fritas, que es el otro ingrediente estrella de la receta. Por suerte, aunque no tengamos la oportunidad de visitar su restaurante, cualquiera puede preparar este plato de forma fácil y sencilla en casa.

Cómo preparar huevos rotos paso a paso

Como acabamos de mencionar, cualquier persona puede preparar unos huevos rotos, aunque no sea un experto cocinero. Si es tu caso, solo has de seguir estas instrucciones:

1. Pela y corta las patatas:
   1. Para ello, emplea un pelador y, después, trocéalas en pedazos largos. Es decir, como si fueses a hacer patatas fritas convencionales.
2. Elimina el almidón:
   1. Esto se hace depositando las patatas ya peladas y cortadas en un recipiente con abundante agua. El objetivo es evitar que se peguen al freírlas.
   2. Asegúrate de secarlas muy bien cuando termines.
3. Echa el aceite de oliva español en la sartén:
   1. No escatimes, ya que puede afectar al resultado final.
   2. Espera a que esté caliente antes de añadir las patatas.
4. Cocina las patatas:
   1. Una vez que hayas colocado las patatas en la sartén, fríelas en el aceite de oliva caliente hasta que estén tiernas.
   2. En ese momento, sube de golpe a fuego máximo, lo que te permitirá darles un toque dorado y crujiente. Eso sí, no las dejes demasiado tiempo, ya que, si lo haces, luego no absorberán bien el huevo y no quedarán exquisitas.
   3. Retíralas y colócalas en una bandeja.
5. Prepara los huevos:
   1. Retira un poco del aceite de oliva de la sartén, pero deja el suficiente para freír los huevos. Ten en cuenta que éstos se fríen mejor cuanto más aceite tiene la sartén.
   2. Sube de nuevo el fuego al máximo y vierte los huevos. Deberás sacarlos cuando la clara se ponga blanca, pero teniendo cuidado de que no se cuaje la yema.
6. Coloca los huevos sobre las patatas:
   1. Usa una espumadera para sacarlos de la sartén y colócalos sobre las patatas.

¡Listo! Ahora solo te queda echar un poco de sal y romper los huevos con la ayuda de un tenedor y una cuchara. Remuévelo todo bien y disfruta de una receta tan sencilla como económica y, sobre todo, sabrosa. Recuerda que hay variantes que admiten también gulas, jamón serrano o champiñones. Y es que se trata de un plato que acepta infinitas posibilidades. ¡Busca la versión ideal para ti y anímate a prepararla!