Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Harvard sobre la relación del consumo de aceite de oliva y la demencia a largo plazo ha destacado los beneficios de este alimento para prevenir esa dolencia. Esta ha sido la conclusión de la investigación que se ha prolongado durante 28 años y en la que han intervenido 92.383 personas, un 65% de ellas mujeres y con una edad media de 56 años.
La recolección de datos del estudio se inició en el año 1990, concluyendo en 2018. La evaluación de la ingesta de aceite de oliva se realizó a partir de cuestionarios periódicos sobre la dieta de los participantes, con preguntas específicas sobre el consumo de aceite de oliva. La conclusión es clara: cuanto mayor es el consumo de aceite de oliva virgen extra menor es el riesgo de sufrir demencia.
Durante estos casi treinta años de investigación, los investigadores de Harvard demostraron que consumir más de 7 gramos al día de aceite de oliva se asocia con un 28% menos de riesgo de muerte por demencia en comparación con aquellos que rara vez o nunca consumían el también conocido como “oro líquido”. Esta cantidad es el equivalente a media cuchara sopera de aceite de oliva de España.
Los investigadores de Harvard han resaltado que los fallecimientos vinculados al deterioro cognitivo y, específicamente al alzhéimer, han crecido en los últimos 20 años. No en vano, hoy en día, un tercio de los adultos mayores mueren con esta enfermedad u otro tipo de demencia. Por el contrario, los decesos relacionados con dolencias como las cardiopatías o el ictus han disminuido en las últimas dos décadas.
La introducción del presente estudio destaca que la dieta mediterránea, en la que el aceite de oliva de España es protagonista, ha demostrado ofrecer beneficios cardiovasculares y cognitivos en la salud de los consumidores. Así lo confirman diversas investigaciones, entre ellas la desarrollada por el Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry, en el que se destaca que el consumo de aceite de oliva y el seguimiento de la dieta mediterránea protege contra el deterioro cognitivo en comparación con una dieta de control baja en grasas.
También la dieta mediterránea rica en aceite de oliva virgen extra ha demostrado mejorar la calidad de vida y reducir los síntomas de depresión, según ha concluido el estudio PREDIDEP.
Además de las aportaciones positivas para la salud indicadas en estas investigaciones existen numerosas ventajas al cocinar con aceite de oliva virgen extra, capaz de aportar un sabor y un aroma único en los platos.
La investigación llevada a cabo por el equipo de investigadores de Harvard supone un avance importante en el conocimiento del vínculo entre el consumo de aceite de oliva virgen extra y el menor riesgo de sufrir demencia y confirma los beneficios de la dieta mediterránea para la salud de los consumidores.
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