Un cachorro de pug derrotó a Napoleón en su mismísima noche de bodas. Así, tal cual lo lees. Tras la boda entre el militar y su primera esposa, Josefina, esta quería que Fortune, que así se llamaba este perro, los acompañara. Y Napoleón, que solo quería la compañía de su esposa, intentó echar al perrito de la habitación, a lo que este respondió con un feroz mordisco.
Josefina insistió amenazante a su joven esposo en que el perrito no abandonaría la habitación. Y así fue finalmente, o eso se cuenta sobre esa noche.
Y es que el amor de un perro es incondicional y hay muchos que lo prefieren al de los hombres. Si no, recordemos las palabras, cargadas de ironía, de Charles de Gaulle: “Cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro”.
Pero no solo ocurre esto con los perros, pasa con cualquier animal que tengamos en casa, ya sea un pájaro, un reptil, un gato… Sobre este último, Ernest Hemingway, Premio Nobel de Literatura en 1954, afirmó lo siguiente: “El gato tiene una total honestidad emocional; los seres humanos, por una u otra razón pueden ocultar sentimientos, pero el gato no”. Incluso Gandhi, luchador infatigable por los derechos humanos en India, afirmó en una ocasión que “la grandeza y el progreso moral de una nación pueden ser juzgados por la forma en que sus animales son tratados”. Como vemos, son muchas las frases a lo largo de la historia que han hecho mención a nuestros pequeños compañeros de viaje.
No en vano, desde tiempos ancestrales los seres humanos hemos demostrado tener mucho afecto por nuestros animales domésticos. Incluso hay estudios sobre los beneficios que aporta a la salud humana tener una mascota.
Después de un duro día de trabajo, llegas derrotado a casa y ¿Quién es el primero que te recibe cuando entras en casa? Nada más introducir la llave en la cerradura se levanta de su camita y espera recibirte… ¡Cómo vas a negarte a mejorar su calidad de vida! Por ello, hoy queremos daros algunos consejos sobre cómo alcanzar este objetivo utilizando Aceite de Oliva.
Por ejemplo, uno de los problemas más habituales que padecen los gatos son las bolas de pelo. Una solución natural para evitar o acabar con este problema sería mezclar dos cucharadas de Aceite de Oliva con el pienso del felino. ¡Así de simple!
Pero el Aceite de Oliva no solo ayuda a los gatos, también los perros pueden beneficiarse de este producto. Si incluimos diariamente una cucharada de Aceite de Oliva mezclada con su pienso, su piel y pelaje mejorarán consiguiendo más brillo, además de todas las ventajas que su consumo tiene para su sistema cardiovascular.
Si optamos por cocinar comida casera a nuestros perros y gatos para no darles tanto pienso, solo tendremos que preparar su comida con Aceite de Oliva. De esta manera estaremos ofreciendo a nuestras mascotas la mejor alimentación posible.
Como ves, tomar Aceite de Oliva no solo es beneficioso para nosotros, sino que también mejora la vida de nuestros pequeños y fieles amigos.
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